Algunas peliculas recomendables

domingo, 11 de marzo de 2012

LA INGRATITUD

La ingratitud es índice de soberbia y egoísmo, cuando no de mala fe. El ingrato se caracteriza porque ignora o pretende ignorar el bien que le hacen los demás. Esta tan acostumbrado a obtener siempre lo mejor para sí, que no le es nada fácil reconocer los méritos ajenos. Los favores que recibe, lejos de inspirarle agradecimiento, le inspiran rencor.
La ingratitud puede provenir también de una especie de descuido, de mediocridad espiritual. En este caso, aunque no hay mala fe, no deja de ser triste porque produce desconsuelo en aquellos que se esmeran para hacernos el bien sin obtener nunca la más mínima voz de aliento ni el más ínfimo signo de reconocimiento por parte nuestra.

Obstáculos para el agradecimiento:
-. La vanidad, que impide a muchos reconocer el aporte de los demás en sus propios logros.
-. La costumbre de encontrarle defectos a todo, que lleva a desconocer, por detalles sin importancia, lo valioso de un esfuerzo  o los méritos de un trabajo bien hecho.
-. La envidia o el resentimiento, que hacen tomar como ofensa las bondades recibidas de los otros.
-. La falta de humildad y de grandeza, que hacen ver al agradecimiento como una muestra de debilidad.

GESTOS VALIOSOS
La Alegría de dar las GRACIAS!

En los seres humanos la expresión del agradecimiento adopta las formas más encantadoras, variadas y curiosas. Cada cultura tiene las suyas, pero hay unas que son comunes a todas, como la sonrisa, el abrazo, el apretón de manos, los besos, y la inclinación de cabeza, entre muchas otras. Lo mismo sucede en el terreno del lenguaje. Hay idiomas que no dominamos en absoluto, cuyos sonidos nos con completamente desconocidos y extraños y sin embargo sabemos decir "gracias" en ellos. Esto es así porque el agradecimiento está por encima de las barreras culturales, idiomáticas, raciales, geográficas. Dar las gracias es, sin duda, unos de los gestos más alegres, universales y hermosos de que es capaz el ser humano.

El libro de los valores pág. 39

domingo, 4 de marzo de 2012

La intolerancia

Las personas intolerantes, caracterizadas por querer imponer su voluntad a toda costa, ignoran por completo a los demás y reaccionan con agresividad y violencia frente a quienes se les oponen. Este modo de ser es el causante de la mayoría de las guerras que han sembrado la muerte y la destrucción en países y continentes enteros. Las guerras religiosas que enfrentaron a católicos y protestantes a finales de la Edad Media en Europa, el exterminio de los judíos por parte de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial y más recientemente el de los croatas por parte de los serbios en la antigua Yugoeslavia, son algunos de los muchos ejemplos de los crímenes a que puede llegar la intolerancia religiosa, étnica o política.

La intolerancia se manifiesta en la discriminación a la que unos seres humanos someten a otros por considerarlos distintos, inferiores o como una amenaza al orden establecido.

Obstáculos para la Tolerancia:

-. Las verdades absolutas, que no permiten ver que el conocimiento humano siempre se renueva, que las costumbres cambian y las modas son pasajeras.
-. La incapacidad de comprender que existen miles de formas de vivir, de expresarse, de actuar y de ser.

El Libro de los Valores, pág. 23